DIARIO DEPORTIVO REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID

3ª Division > Grupo 7 > Jornada 15

La gravedad cuántica - (Blog Zurdo Cerrado)

Autor:
02-12-2019
Fotos: Blog Zurdo Cerrado
 
E.D. MORATALAZ 0 - 2 R.S.D. ALCALÁ  - 15ª Jornada - 3ª División Grupo 7º - Temporada 2019/20

COLUMNA DE OPINIÓN

Zurdo Cerrado - Carlos Gese

Lo que has alcanzado es la superficie de otro muro, un muro de naturaleza distinta a la última superficie de dispersión que delimita l que puede verse desde la Tierra. Se trata de un muro impenetrable no para la luz, sino para el conocimiento actual.

Más allá se extiende el reino de la gravedad cuántica, en el que todos los campos de la naturaleza podrían fundirse en uno en un sentido cuántico.

En ese lugar, nuestro universo se convierte en un misterio en el que se entrelazan las ciencias del siglo XXI, las creencias y la filosofía. En cierto modo, es el lugar en el que acaba nuestro conocimiento y se ve reemplazado por la pura investigación teórica.

Estaba pasando al ordenador estas, las últimas palabras que usaré de Christophe Galfard y sentía lo que solo puede ser el sabor del saber. Futuro: incertidumbre y esperanza. Reescribo. Es el lugar en el que acaba nuestro conocimiento y se ve reemplazado por la pura investigación teórica.

El partido en M.O. fue fútbol en su estado más primigenio, en su esencia más primitiva. En fin, en su ficción más real. Me llevé conmigo a Maxi, que al vivir en el barrio quería comprobar eso con lo que tanto doy la turra en el Metropolitano cada dos semanas. Las mañanas de domingo en el fútbol de Tercera. Y ahí estábamos, en el Campo de la Dehesa de Moratalaz a las 10:30, resguardados del orballo madrileño, desayunando café con churros fabricando más hambre y más ilusión con el olor a panceta y césped mojado.

Si el RSD Alcalá no tuvo 10 ocasiones manifiestas de gol… termina la frase. Fran Pastor, Nanclares, Ponce, Maikel, Navarro, Gonzalo, Pareja. Todos remataron a gol con un mismo final. Nein. Niente. Nothing. 0 – 0. El gol se resistía pero el ritmo era gasolina. Fuego, y la lluvia no hacía más que echarle leña convirtiendo las imprecisiones de los dos equipos en llamas más espectaculares. El ED Moratalaz se vio atropellado por la velocidad del Alcalá y no pudo hacer otra cosa que tratar de apartarse, con éxito, al menos hasta que acabara el vendaval en la primera parte. Ya en la segunda, fruto del cansancio de ambos equipos. la cadencia se ralentizó, lo que igualó el choque en cierto modo. Casualidades del fútbol; fue en ese momento cuando, aprovechando un rechace del disparo de Dani Ponce, Maikel anotó el primer gol y el partido se acabó. Ya casi al final del encuentro, con los 22 jugadores pensando más en la ducha que en la lucha; Navarro fusiló al portero haciendo subir al marcador el 0 – 2 final. La gravedad cuántica. Ese futuro por descubrir y que con trabajo e ilusión nos pertenece. Parece un traje a medida para el estado actual del Alcalá.

Al hilo del frescor esofagal de la cerveza y al resguardo del paraguas, Maxi me comentaba, volviendo a creer en el fútbol, cómo le sorprendía que no hubiera show business en las faltas. Acostumbrado a ver el fútbol de lejos, ya sea en la tele o en la grada del Metropolitan, le producía cierto encanto ver tan de cerca el fútbol y, sobre todo, ver qué poco fingían y qué rápido se levantaban los jugadores tras una buena hostia.

Y es cierto. No me gustan muchas cosas del fútbol de reality en primera, y mucho menos de los humanos que lo inventaron o de la vida que se inventan; pero quizá la que menos es eso, la rapiña. La búsqueda constante del engaño. Supongo que es una cualidad innata de este ser humano. Les dan un balonazo en las costillas y ni se quejan; les agarran la camiseta y gritan de dolor. También supongo que el futbolista no es otra cosa que un reflejo del adulto medio occidental. Hacen 4 horas extra a la semana gratis; ahora bien, el viernes entran antes ya que se quieren ir a su hora. Siempre el saque de banda es a su favor. El profe les tiene manía. Y el jefe es un cabrón. La picardía. Devolver una cartera sin el dinero. Alegrarse cuando en el bar se confunden, a tu favor, con las vueltas.

¿Por qué no nos extinguimos?

 

 

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